Son caracoles que viven en la arena y lodo de las zonas poco profundas y que se comen con preponderancia en Hokkaido y la región de Tohoku. Al masticarla, la cañaílla tiene una textura firme, casi crujiente, que suelta una acidez para nada desagradable y un ligero dulzor.
Hokkaido Iwate
Invierno-Primavera temprana